El concepto de Brahman es uno de los más importantes en la filosofía hindú y, aunque puede ser un poco complejo de explicar y entender, en este artículo vamos a intentar aproximarnos a él de la manera más sencilla posible.
Imagina un océano infinito y eterno. Todo lo que existe, lo que ha existido y lo que existirá está en ese océano. Las olas, las gotas, las corrientes, todo forma parte del mismo océano y no pueden existir sin él. De la misma manera, en el hinduismo, Brahman es ese océano infinito y todo lo que existe en el universo es parte de él.
Brahman es la realidad última, el principio eterno y no cambiante detrás de todo lo que existe. Es el origen y el fin de todo. No tiene forma, es infinito, inmortal e inmutable. Es la esencia misma de la existencia.
Dentro de este concepto, se cree que todo lo que existe en el universo, desde una montaña hasta una mariposa y un ser humano, es una manifestación de Brahman. Todo está conectado por esa esencia divina y última. No hay separación entre tú, yo y la naturaleza, todos somos reflejos de la misma realidad.
El Atman y Brahman
Una idea relacionada es el Atman, que se puede entender como el alma o el espíritu individual. Según la filosofía hindú, cada ser tiene un Atman. Pero aquí viene la parte interesante: el Atman y Brahman son esencialmente lo mismo. Tu alma individual es simplemente una expresión o reflejo del alma universal, Brahman.
Imagina que el vasto océano es Brahman y cada gota de ese océano es un Atman. Aunque cada gota parece separada, en realidad, todas provienen del mismo océano y son esencialmente agua. De manera similar, cada ser, aunque parece separado, es en esencia Brahman.
Muchas prácticas y enseñanzas espirituales en la India están centradas en comprender y experimentar esta conexión entre Atman y Brahman.
Brahman y los dioses
Es posible preguntarse, si Brahman es la realidad última, ¿Dónde encajan los dioses y diosas del hinduismo? En el hinduismo, hay innumerables deidades, cada una con sus propias historias, personalidades y poderes. Sin embargo, todas estas deidades son vistas como manifestaciones o expresiones de Brahman. Son formas a través de las cuales los seres humanos pueden conectarse y comprender la vasta realidad de Brahman.
Por ejemplo, si Brahman es como un diamante inmenso y con muchas caras, cada dios o diosa sería como una de esas caras. Adorar a uno de ellos es una forma de conectarse con esa realidad más grande.
La importancia del concepto Brahman
Reconocer y entender Brahman no solo es esencial desde una perspectiva espiritual, sino también para tomar conciencia de que somos parte de un todo más grande, una verdad que desafía la ilusión de que estamos separados del mundo que nos rodea.
Nuestra percepción errónea a menudo nos lleva a sentirnos como individuos aislados, como entidades separadas del mundo exterior y de los demás. Vivimos en burbujas, construidas por nuestras propias experiencias, creencias y percepciones. Pero la idea de Brahman desafía esta noción. Reconocer Brahman es tomar conciencia no solo de que estamos conectados entre nosotros, sino también con el universo en su totalidad.
Esta comprensión profunda tiene el poder de cambiar radicalmente cómo interactuamos con el mundo. Cuando nos damos cuenta de que cada persona, animal, planta y hasta el mismo aire que respiramos son manifestaciones de Brahman, nos damos cuenta de que dañar a otro o al entorno es, en esencia, hacernos daño a nosotros mismos.
Uno de los principales obstáculos para reconocer nuestra unidad con todo lo que existe es el ego. Este nos mantiene atrapados en un ciclo constante de deseo, apego y autoafirmación. Nos empuja a competir en lugar de colaborar, a acumular en lugar de compartir, y a elevarnos nosotros mismos a expensas de los demás.
Al comprender Brahman, comenzamos a ver más allá de esta ilusión del ego. Reconocemos que nuestras aspiraciones y preocupaciones individuales, aunque importantes, son efímeras en comparación con la vastedad y eternidad de Brahman. Esta perspectiva puede liberarnos de las limitaciones autoimpuestas del ego y permitirnos vivir de una manera más auténtica y compasiva.
Un camino hacia la paz interior
Cuando nos vemos constantemente como individuos separados, luchamos por encontrar nuestro lugar en el mundo. Esta búsqueda a menudo nos lleva a la ansiedad, la insatisfacción y el conflicto. Pero al reconocer Brahman y nuestra conexión inherente con todo lo que existe, encontramos un sentido de pertenencia innegable. No hay necesidad de luchar por un lugar en el mundo cuando comprendemos que el mundo y nosotros somos uno solo.
Esta comprensión puede ser una fuente de profunda paz y serenidad, sabiendo que somos intrínsecamente parte de algo más grande y que no estamos solos en nuestros viajes por la vida.
Experimentar la realidad en su esencia lleva naturalmente a una actitud de compasión y empatía. Si todo es una extensión de la misma realidad última, entonces el sufrimiento de otro es nuestro propio sufrimiento, y su alegría es nuestra alegría. Esta perspectiva puede inspirarnos a actuar con mayor amabilidad y consideración hacia los demás y hacia el mundo en general.