La Trimurti es uno de los conceptos fundamentales dentro del hinduismo. Es la concepción de que lo divino se manifiesta a través de tres deidades principales: Brahma, Vishnu y Shiva, siendo cada uno de ellos responsable de un aspecto fundamental de la existencia y del ciclo cósmico. Este concepto nace como una forma de entender y explicar la naturaleza compleja e inabarcable de lo divino, una entidad que, en su grandeza, se despliega en diferentes roles para sostener, crear y deshacer el universo en un ciclo eterno de creación, preservación y destrucción.
Los Tres Dioses de la Trimurti o Trinidad
Vamos a hacer una breve introducción a cada uno de los dioses que forman parte de la Trimurti. Si quieres profundizar más en cualquiera de estos dioses, disponemos de artículos detallados en los que te contamos la rica simbología que se esconde en estas deidades.
Brahma
Brahma encarna el principio creador del universo, la génesis y el inicio de todo lo que existe en los diversos planos de la realidad. Es representado comúnmente con cuatro cabezas, cada una mirando en una dirección diferente, y montado en un cisne, Brahma simboliza tanto la omnipresencia como la sabiduría que se extiende en todos los rincones del cosmos.
Aunque se le atribuye la creación, es fundamental destacar que, dentro del hinduismo, esta no se percibe como un acto único y finito, sino más bien como un proceso eterno y cíclico, donde el universo surge, evoluciona y eventualmente se disolverá, solo para ser creado de nuevo. La creación no es un acto arbitrario, sino un proceso deliberado y meditado que surge de un deseo de expresar y compartir la alegría y la belleza de la existencia.
Vishnú
Vishnu es el preservador del cosmos, tiene un papel fundamental en el sostenimiento y protección del orden cósmico, conocido como dharma. Su figura es central en el hinduismo, siendo objeto de una devoción profunda y sirviendo como fuente inagotable de inspiración espiritual, moral y filosófica para millones de fieles. A través de los milenios, la concepción y adoración de Vishnu ha generado una gran cantidad de mitos, leyendas, prácticas devocionales y tradiciones filosóficas, haciendo de él uno de los dioses más complejos y profundos de la mitología hindú.
La piel de Vishnu suele representarse de color azul o azul oscuro, simbolizando el cielo infinito y el inmenso océano, esferas que evocan la grandeza y profundidad de la consciencia divina. Se le suele representar acostado sobre la serpiente nagga Shesha, flotando en el océano cósmico, en una postura de serenidad y paz eterna. Esto no solo simboliza la omnipresencia de Vishnu, sino que también refleja la idea de que el universo surge de su ser y se sostiene en su consciencia. Desde este océano nace el loto que lleva a Brahma, el creador, reforzando la interconexión y complementariedad de las deidades dentro de la Trimurti.
Uno de los aspectos distintivos y que más atraen de Vishnu son sus avatares o encarnaciones. Se dice que, cuando el dharma está en peligro debido a las fuerzas del caos y la inmoralidad, Vishnu se encarna en la Tierra para restaurar el equilibrio. Tradicionalmente se distinguen diez avatares de Vishnú, pero este número varía dependiendo de la tradición. De estos avatares, Rama y Krishna han tenido un impacto particularmente profundo en la espiritualidad y cultura hindú.
Shiva
Shiva simboliza la destrucción y la regeneración, jugando un papel intrínsecamente vital en el ciclo perpetuo de creación, preservación y disolución del universo. Es objeto de una profunda veneración y estudio, siendo la fuente de numerosas sectas devocionales y una infinidad de textos y mitologías que resaltan sus distintas formas y facetas. Las historias de Shiva es muy rica y variada, a veces representado como un yogui ascético, otras como un amante devoto y, en otros casos, como el bailarín cósmico. La diversidad de sus roles y su dualidad inherente ofrecen una visión de la divinidad que es tan compleja como el mismo universo que él ayuda a regenerar.
En la filosofía hindú, la destrucción no es considerada como un final catastrófico y absoluto, sino más bien como un paso necesario para la renovación y el renacimiento. La destrucción llevada a cabo por Shiva permite que el universo sea recreado por Brahma, iniciando así un nuevo ciclo cósmico. Es un recordatorio constante de la transitoriedad de la existencia y de la impermanencia de todo lo que percibimos como real y tangible.
La Trimurti no es simplemente una doctrina o una teología, es una reflexión sobre la vida, la existencia y el cosmos, un espejo en el que los aspectos fundamentales de la realidad se reflejan para que podamos empezar a comprender lo incomprensible. Es un mapa simbólico que guía a los buscadores espirituales a través de los misterios de la existencia, proporcionando un marco dentro del cual las preguntas acerca de la vida pueden ser exploradas y contempladas. En la continua danza de Brahma, Vishnu y Shiva, el hinduismo encuentra una expresión poética y mística del cosmos y sus infinitos misterios.
Te recomendamos profundizar en cada una de las deidades que componen la Trimurti para que descubras todas las enseñanzas que se esconden detrás de la simbología de cada una de ellas.